HISTORIA

79. HISTORIA

UNA historia de España “católicamente correcta” no es realmente tan difícil de contar que no quepa en estas líneas. Una PREHISTORIA sin españoles es perfecta para ambientar novelas tartésicas e ibéricas. La ANTIGÜEDAD dolorosa de las guerras púnicas o romanas enciende un siglo primero en el que levantan por fin cabeza las Provincias de Hispania. Bajan la suya los primeros mártires cristianos para dar lugar a cuatrocientos años de unidad mediterránea. Muere luego la Roma imperial y nace la papal. Pasan entonces los bárbaros sobre los restos del orden romano y se sientan en Toledo dominando la Península los llamados VISIGODOS. Recaredo instituye un reino católico. Con el siglo VIII llega del norte de Africa el poder político, religioso, social y cultural de los musulmanes. Hay reacción, plural, y por eso AL-ANDALUS desaparece en 1492. Se reune la familia de las patrias españolas y se desparrama por Las Indias de Oriente y Occidente mientras se alza y crece en Europa la ola protestante que se estrella en el muro del Concilio de Trento. Pero cae finalmente la frontera y entran los enemigos de la ingenuidad papista. Se disgrega LA HISPANIDAD americana en repúblicas recelosas. Atormentan Iberia cuatro o cinco GUERRAS CIVILES, de religión, hasta que triunfan la paz militar y el error filosófico. AHORA España es el cuerpo casi sin alma que amortajaron con brusquedad las potencias del norte para que vengan los turistas a tomar fotografías. Hay mil maneras de contar la misma historia. Esta es UNA.

F. Javier Garisoain